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KPMG pagará 18,4 millones de libras esterlinas y cuatro de sus directivos han sido expulsados de la profesión contable por engañar a los reguladores sobre las auditorías chapuceras de la empresa de subcontratación Carillion, que se hundió.
Una investigación sobre el trabajo de KPMG descubrió que los cuatro ex miembros del personal habían “hecho, o habían sido cómplices o estaban asociados a sabiendas de que habían hecho, ciertas representaciones falsas o engañosas”, al Consejo de Información Financiera.
Se les ha impuesto una multa conjunta de 365.000 libras esterlinas y se les ha expulsado del Instituto de Expertos Contables durante un periodo de entre 7 y 10 años. Un quinto miembro del personal fue amonestado severamente.
Las infracciones se referían a “información y documentos falsos y engañosos” presentados en las auditorías tanto de Carillion, como de Regenersis, una empresa de datos.
Es la última de una serie de multas impuestas a gigantes de la contabilidad con sede en el Reino Unido por no comprobar adecuadamente los libros de las empresas.
En 2018, Carillion se convirtió en la mayor empresa británica en colapsar en décadas, con 3.000 empleados que perdieron sus puestos de trabajo. La empresa quebró con deudas de 7.000 millones de libras, dejando un rastro de caos para los proveedores y el Gobierno, que tuvo que encontrar nuevos contratistas para cientos de proyectos de construcción.
El gobierno siguió dando contratos a Carillion incluso cuando crecía la preocupación por su estabilidad financiera. La confianza en el modelo de negocio de la empresa se basaba, al menos en parte, en las auditorías de KPMG, que desde entonces se ha descubierto que eran deficientes y engañosas.
“La gravedad de la mala conducta que hemos comprobado apenas necesita explicación”, dijo un tribunal que conoció el caso.
“Las auditorías eficaces son esenciales para el sistema financiero. La dirección y los inversores deben poder confiar en los informes financieros auditados de la empresa en cuestión.
KPMG fue multada con 20 millones de libras esterlinas, reducidas a 14,4 millones de libras esterlinas porque cooperó y admitió haber actuado mal, y aceptó pagar casi 4 millones de libras esterlinas en costas.
“La mala conducta que socava deliberadamente la capacidad de la FRC para supervisar e inspeccionar la eficacia de las auditorías es extremadamente grave porque obstruye la capacidad de la FRC para proteger el interés público”, dijo la consejera ejecutiva Elizabeth Barrett.
“Este caso subraya la necesidad de que todos los contables profesionales, independientemente de su antigüedad, sean conscientes de su responsabilidad individual de actuar con honestidad e integridad en todos los ámbitos de su trabajo.”
El director ejecutivo de KPMG, Jon Holt, dijo: “Acepto las conclusiones y sanciones del tribunal en su totalidad.
“El comportamiento subyacente a este caso fue incorrecto y nunca debió ocurrir.
“Informamos a nuestro regulador tan pronto como lo descubrimos y hemos cooperado plenamente con su investigación.
“Desde entonces, hemos trabajado duro y con total transparencia ante nuestro regulador, para asegurarnos de que el comportamiento de los individuos en cuestión no refleja la cultura más amplia de la empresa.”
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