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La economía británica crecerá más lentamente de lo previsto, según las primeras proyecciones oficiales publicadas desde que Rusia invadió Ucrania.
El crecimiento será de sólo el 3,8% en 2022, por debajo del 6% previsto en octubre del año pasado, según estimaciones de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR).
Al presentar su mini-presupuesto el miércoles, Rishi Sunak desveló más cifras sombrías para la economía británica, que ya ha tenido una recuperación vacilante de la pandemia.
“Debemos estar preparados para que la economía y las finanzas públicas empeoren, potencialmente de forma significativa”, dijo el canciller.
En un indicio de que la guerra de Vladimir Putin en Ucrania tendrá efectos económicos duraderos, el OBR rebajó sus cifras de crecimiento para 2024 y 2025.
Se espera que el producto interior bruto (PIB) -una medida del total de bienes y servicios producidos- crezca un 1,8% el próximo año, frente a la previsión de octubre del 2,1%. En 2023, se espera que el crecimiento alcance el 2,1%, una ligera mejora respecto al 1,8%.
El OBR también elevó su previsión de inflación y advirtió que había una “incertidumbre inusualmente alta” en torno a las perspectivas. Ahora se prevé que el índice de precios al consumo (IPC) alcance el 7,4% en 2022.
Las cifras oficiales mostraron que la inflación alcanzó su nivel más alto en 30 años en febrero, con subidas de precios en los alimentos, el combustible y la ropa que hicieron subir el coste de la vida.
El IPC aumentó hasta el 6,2% en los 12 meses anteriores a febrero, según informó la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
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