Tl titular en The Economist no podría ser más agudo. “Liberen al Norte”, clama la revista, en un importante artículo que describe la enorme brecha que existe en nuestro país entre el próspero Sur y el Norte en apuros, y sugiere que hay que cerrar esa brecha y cómo hacerlo.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) ha llegado a la conclusión de que once ciudades británicas de segunda categoría, la mayoría del norte de Inglaterra, tienen un valor añadido bruto (VAB) por trabajador equivalente al 86% de la media nacional. Contrasta con las ciudades de segundo nivel de la mayoría de los países, cuya productividad iguala o supera la media nacional. Londres es tan rica como París, pero las metrópolis de Birmingham o Leeds no lo son ni de lejos como Lyon o Toulouse.
Nadie debería alegrarse de este panorama desigual, ni los orgullosos norteños ni los engreídos sureños. “El prolongado problema de crecimiento del país no puede resolverse -es más, no se ha resuelto- con una metrópolis superestrella”. The Economist concluyó.
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