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Un hombre del estado de Washington murió por suicidio después de ser entrevistado por los investigadores sobre la misteriosa muerte de su esposa hace 40 años.
La Oficina del Sheriff del Condado de Washington dice que en enero de 1983 Randal “Randy” McEvers, llamó al 911 para informar que su esposa, Nancy McEvers, se había suicidado.
La mujer de 28 años, que tenía un hijo de un año, sufrió una herida de bala en la cabeza y fue declarada muerta en el hospital, dice la agencia.
Al parecer, el Sr. McEvers contó a los investigadores distintas versiones de lo ocurrido, y la autopsia y las pruebas forenses concluyeron que la herida de bala no había sido autoinfligida.
El caso se suspendió en agosto de 1983 después de que el Sr. McEvers dejara de cooperar con los investigadores y éstos se quedaran sin pistas.
Pero 39 años después, la oficina del sheriff reabrió el caso sin resolver y desarrolló una serie de nuevas pistas que seguir.
El la oficina del sheriff dice que su equipo forense y el Laboratorio Criminalístico de la Policía Estatal de Oregón confirmaron que el dictamen original de que no se trataba de un suicidio era correcto. Los investigadores también hablaron con 20 personas, entre ellas el Sr. McEvers, de 70 años, en enero.
Tras entrevistarse con él, el caso se remitió a la fiscalía del condado de Washington para su revisión. Pero los oficiales dicen que antes de que el fiscal tuviera la oportunidad de llevar a cabo esa revisión, el Sr. McEvers se suicidó.
“El caso sin resolver de 40 años sobre la muerte de Nancy McEvers está ahora cerrado,” dijo la oficina del sheriff en un comunicado.
A Nancy le sobreviven su hijo, dos hermanas y su madre.
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