Una extraña criatura microscópica que tiene “boca pero no ano” y de la que se creía que descendían los seres humanos ha resultado ser parte de un árbol genealógico diferente.
La criatura marina con forma de bolsa conocida como Saccorhytus también se movía probablemente retorciéndose, según habían revelado estudios anteriores.
Se descubrió que su gran boca estaba rodeada de espinas y agujeros que se interpretaron como poros para las branquias.
Basándose en estas características, un estudio de 2017 informó de que Saccorhytus fue el “deuteróstomo” más primitivo, una amplia categoría biológica de animales que abarca subgrupos, incluidos los vertebrados y el primer paso en el camino evolutivo que finalmente condujo a los humanos.
Sin embargo, la última investigación, publicada el miércoles en la revista Nature, evaluó fósiles de 500 millones de años de antigüedad procedentes de China y descubrió que los agujeros alrededor de la boca de la criatura son bases de espinas que se desprendieron durante la conservación de los fósiles.
Los investigadores, incluidos los de la Universidad de Chang’an (China), creen ahora que la misteriosa criatura pertenecía a un grupo diferente de animales que incluye insectos y gusanos.
“Saccorhytus era una bestia curiosa, con boca pero sin ano, y anillos de complejas espinas alrededor de la boca”, dijo Yunhuan Liu, profesor de paleobiología de la Universidad de Chang’an.
En la nueva investigación, los científicos utilizaron potentes ordenadores para construir un modelo digital en 3D del fósil.
Los nuevos modelos mostraron que los poros alrededor de la boca estaban cerrados por otra capa del cuerpo que se extendía a través, creando espinas alrededor de la boca, lo que sospechan que habría ayudado Saccorhytus capturar y procesar su presa.
“Consideramos muchos grupos alternativos que Saccorhytus podrían estar relacionados, incluidos los corales, las anémonas y las medusas, que también tienen boca pero no ano”, dijo Philip Donoghue, de la Universidad de Bristol, que codirigió el estudio.
“Para resolver el problema, nuestro análisis computacional comparó la anatomía de Saccorhytus con todos los demás grupos de animales vivos, concluyendo una relación con los artrópodos y sus afines, grupo al que pertenecen los insectos, los cangrejos y las lombrices”, dijo el Dr. Donoghue.
La falta de ano de la criatura, según los científicos, es una característica intrigante que podría arrojar más luz sobre cómo evolucionaron los planes corporales de los animales.
La clasificación de la criatura como “ecdisozoo” -que incluye a los artrópodos y se caracteriza por tener una cutícula o esqueleto externo- también plantea preguntas sobre el origen de la parte del cuerpo en ese grupo.
“Este es un resultado realmente inesperado porque el grupo de los artrópodos tiene un intestino pasante, que se extiende desde la boca hasta el ano. SaccorhytusLa pertenencia del Saccorhytus al grupo indica que ha retrocedido en términos evolutivos, prescindiendo del ano que habrían heredado sus antepasados”, dijo Shuhai Xiao, otro coautor del estudio.
“Todavía no sabemos la posición precisa de Saccorhytus dentro del árbol de la vida, pero puede reflejar la condición ancestral a partir de la cual evolucionaron todos los miembros de este grupo diverso”, añadió el Dr. Xiao.
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