Furante décadas, la televisión ha sido implacable en sus intentos de refrescar la lente con la que vemos a médicos, abogados y policías. Sin embargo, ¿el concepto de hacer una comedia sobre las escuelas mal financiadas en Estados Unidos? Es prácticamente inédito. Eso fue hasta el debut en 2021 de un falso documental, Abbott Elementarycreado y protagonizado por la alegre Quinta Brunson.
La divertidísima y entrañable comedia, que regresa esta noche a la cadena estadounidense ABC con su segunda temporada, sigue a un variopinto grupo de decididos educadores de Filadelfia cuyo principal objetivo -a pesar de la abismal falta de recursos- es proporcionar a sus alumnos de primaria un apoyo dedicado y una educación decente. O, como dice la joven y animada Sra. Janine Teagues de Brunson, “asegurarse de que los estudiantes salgan vivos”.
Todo esto sigue siendo una desafortunada realidad para los profesores del sistema escolar público estadounidense, que es equivalente a las escuelas estatales del Reino Unido. Por eso, ver por fin los aterradores entresijos del sistema educativo estadounidense en el centro de una comedia nominada al Emmy es una bendición que se esperaba desde hace tiempo. No sólo para el 90% de los estadounidenses que asistieron a la escuela pública, sino especialmente para el menguante 2% (estimado por UnitedStatesNow) que ha elegido la exigente profesión, a la que me gusta referirme como los verdaderos héroes de América.
Como hija de un profesor de escuela pública jubilado, la comedia aborda maravillosamente los problemas de los que fui testigo mientras crecía, incluida la decisión del gobierno local de destinar fondos a proyectos innecesarios en lugar de canalizarlos al escaso presupuesto de la escuela primaria Abbott. “Yo diría que el principal problema del distrito escolar es, sí, que no hay dinero”, informa la Sra. Teagues al equipo del documental que la sigue a ella y a sus compañeros. “La ciudad dice que no hay, pero están haciendo una renovación multimillonaria en el Eagles’ [football] estadio de los Eagles, al final de la calle. Pero nos las arreglamos”, reconoce.
Desde tener que recoger recortes de revistas viejas de la peluquería de la calle para los días de manualidades hasta meter información nueva en libros de texto increíblemente anticuados, estos profesores “se las apañan” podría ser el mayor eufemismo del año.
“Muy bien, chicos. Así que ha habido otros tres presidentes desde éste”, explica la Sra. Teagues a sus alumnos mientras señala un retrato del ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush. “Es un libro antiguo. Así que aquí es donde he pegado a los otros”, añade, pasando a la siguiente página que muestra al ex presidente Barack Obama. Una escena escandalosa, pero, sin embargo, verdaderas parodias como ésta están, ahora mismo, afectando a verdaderas escuelas estadounidenses.
Mientras tanto, las peticiones de los profesores para que se aumenten los fondos se dejan de lado en favor de los impulsos personales de la incompetente directora Ava Coleman (interpretada por la divertida Janelle James). “El distrito escolar aprobó su presupuesto de emergencia y nos envió el dinero de inmediato. Podríamos haber contratado ayudantes, podríamos haber conseguido alfombras, pero entonces pensé que no, que necesitábamos algo más inmediato”, anuncia, antes de mostrar una nueva y brillante pancarta en la que aparece una imagen animada de ella junto al nombre de la escuela. “Arregla el exterior. El interior se arregla solo”.
Tomando un formato popularizado por Parks and Recreation, The Office, y Modern Family, Abbott Elementary ofrece un comentario vital sobre un conjunto de valores estadounidenses cada vez más siniestros. Que nos preocupamos más por la comercialización de los deportes que por la educación de nuestros jóvenes; que los profesores deben servir también como terapeutas, niñeras y trabajadores sociales suplentes de nuestros hijos; y que se ha convertido en algo habitual que los educadores recurran a los miembros de la comunidad para obtener los materiales de clase que antes proporcionaba el gobierno.
Y aunque su material de origen puede no parecer relevante para todo el mundo, como explicó además Brunson, “la gente ha tomado Abbott Elementary porque es una verdadera comedia en el lugar de trabajo”. Cualquiera que haya trabajado en una empresa con fondos mal gestionados y un mal jefe puede sentirse identificado.
Aunque, más importante aún, en el fondo es una carta de amor a los profesores, asegurándoles que su dedicación no pasa desapercibida.
La segunda temporada de ‘Abbott Elementary’ se estrena en ABC el 21 de septiembre
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