Según un nuevo estudio, se está acercando un “techo de vacunas” para algunas personas que ya han recibido tres dosis, lo que sugiere que podría no ser necesario seguir vacunándose contra el Covid-19 de forma continua.
Las autoridades sanitarias están evaluando actualmente la posibilidad de ampliar el actual programa de refuerzo del Reino Unido más allá de los mayores de 75 años, los residentes de residencias y las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Pero un nuevo estudio dirigido por académicos de la Universidad de Southampton sugiere que hay un “indicio” de que algunas personas podrían haber alcanzado ya un “techo” en términos de la cantidad de protección que podrían adquirir con una cuarta vacuna.
El profesor Saul Faust, principal científico del ensayo CovBoost, dijo que esto dependería del tipo de vacunas que un individuo ya haya recibido, de los volúmenes de dosis anteriores y de los niveles de inmunidad acumulados a través de la vacunación y la infección natural.
Su estudio, que evaluó los niveles de protección de más de 150 personas antes y después de la vacunación, descubrió que algunos individuos con altos recuentos de anticuerpos y células T “tuvieron un refuerzo limitado a partir de la cuarta dosis, lo que indica que podría haber un efecto techo específico de la vacuna.”
Unas 166 personas participaron en el estudio y ofrecieron muestras de sangre, que se examinaron para determinar los niveles de anticuerpos.
Se evaluaron en varios momentos, incluyendo 28 días después de la tercera inyección; de nuevo justo antes de que se administrara la cuarta inyección, que tuvo lugar, de media, poco más de 200 días después; y luego 14 días después de la cuarta inyección.
Para la mayoría de los participantes en el ensayo, su recuento de anticuerpos disminuyó en el periodo entre la tercera y la cuarta dosis. Pero quince días después de la inyección de refuerzo, estos niveles se elevaron a nuevas alturas, o “por encima” de lo que se había registrado previamente, dijo Paul Faust.
Algunos participantes tenían niveles de anticuerpos en la sangre entre 12 y 16 veces más altos quince días después de recibir la cuarta inyección, en comparación con el día en que se administró.
Según el estudio, publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases, también se observaron aumentos en sus niveles de células T.
Sin embargo, el estudio añadió que “algunos participantes… mantuvieron niveles elevados de respuestas humorales y celulares incluso antes de la cuarta dosis y tuvieron un refuerzo limitado a partir de la cuarta dosis.”
El profesor Faust dijo: “Hay un indicio en algunas de las personas del ensayo y en algunas de las personas del ensayo que habían tenido Covid … de que las vacunas podrían alcanzar un techo y eso dependerá de la vacuna y de la inmunidad del huésped y de la dosis, y eso es cierto para los mayores de 70 años y para los menores de 70 años.”
Una cuarta dosis podría “no potenciar las respuestas humoral y celular si la respuesta de base es alta”, según el estudio.
“Estos datos individuales son importantes para los responsables políticos, ya que el beneficio de una cuarta dosis podría ser menor en las personas que ya tienen niveles altos de respuestas inmunitarias por una infección o vacunación reciente.”
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El llamado “efecto techo de las vacunas” debe ser explorado más a fondo en nuevos estudios, escribieron los científicos detrás de CovBoost.
El profesor Faust dijo que el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) estaba examinando los resultados de su estudio, junto con otras investigaciones, mientras considera si ampliar la campaña de refuerzo y ofrecer una cuarta dosis a más población del Reino Unido más adelante en el año.
Como parte del ensayo CovBoost, los investigadores examinaron los datos de las personas que recibieron dos dosis de la vacuna de AstraZeneca, seguidas de un refuerzo de Pfizer, y que luego recibieron una vacuna de Pfizer o media dosis de una vacuna de Moderna para su cuarta vacuna.
También observaron a las personas que recibieron tres dosis de Pfizer, seguidas de una cuarta inyección de Pfizer o una media dosis de Moderna. No se registraron efectos secundarios graves entre los participantes, aunque algunos informaron de dolor o fatiga.
Se ha pedido a varios grupos que reciban una dosis de refuerzo en primavera, como las personas mayores de 75 años, los residentes de residencias y los mayores de 12 años inmunodeprimidos.
Para la mayoría será la cuarta dosis de la vacuna, pero para algunos con un sistema inmunitario debilitado será la quinta.
El profesor Faust, director del Centro de Investigación Clínica NIHR Southampton, dijo que los resultados de su estudio, en última instancia, “subrayan los beneficios de que las personas más vulnerables reciban las actuales dosis de refuerzo de primavera y dan confianza para cualquier programa prospectivo de refuerzo de otoño en el Reino Unido, si el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización lo considera necesario en ese momento.”
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