Crítica de El niño, el topo, el zorro y el caballo: Esta historia de amor y esperanza es media hora de pura alegría.

Seamos honestos, es un poco más difícil que de costumbre entrar en el espíritu festivo. Son tiempos difíciles. Las buenas noticias son difíciles de encontrar. Abrigarse cuesta mucho. Las enfermeras, los ferroviarios y el personal de Royal Mail se ven obligados a ir a la huelga. Los precios siguen subiendo y la necesidad de ahorrar para los regalos es más angustiosa que nunca. La BBC adapta el libro de Charlie Mackesy El niño, el topo, el zorro y el caballo. Esta historia de amor y esperanza es media hora de alegría sin paliativos.

Con la animación esbozada de Mackesy, se te perdonaría que pensaras que es un cuento para niños. Pero entre las escenas nevadas hay mensajes para todas las edades. “Te has caído, pero yo te tengo”, le dice el Caballo al Niño en un momento dado. Si ya conoces el libro, esta discreta adaptación da vida a una historia de amistades insólitas.

Interpretados por un reparto de lujo (Idris Elba como el Zorro y Tom Hollander como el Topo), los dibujos de Mackesy danzan por la pantalla con un estilo entrañable, Winnie-the-Pooh-entrañable. Hollander es cómico como el torpe Topo, obsesionado con la tarta, que se hace amigo de un Niño “perdido”, al que pone voz Jude Coward Nicoll. El Zorro de Elba es feroz al principio, pero luego se suaviza y su voz se vuelve concienzuda y amable.

Mientras seguimos al insólito grupo en su empeño por encontrar “su hogar”, la música de Isobel Waller-Bridge (la hermana de Fleabag Phoebe) intensifica el viaje. El Caballo, al que pone voz un ronco Gabriel Byrne, es el último en unirse al clan. Su acento irlandés aporta un toque relajante a la historia. Juntos, el reparto transforma los momentos conmovedores de la página en escenas lacrimógenas en televisión.

Pero la animación no es exagerada. Consigue evitar los tópicos, a pesar de estar llena de mensajes conmovedores que, en las manos equivocadas, podrían caer en la sensiblería. “Una de nuestras mayores libertades es cómo reaccionamos ante las cosas”, dice el Topo. Es una historia que celebra el valor, la bondad y la unión, resultando el antídoto perfecto contra el llamativo caos festivo.

El niño, el topo, el zorro y el caballo es una llamada de atención para los adultos y un mundo de sabiduría para los niños. En un momento dado, el Niño le dice al Caballo: “¿Qué es lo más valiente que has dicho nunca?”. “Ayuda”, responde el Caballo. “Pedir ayuda no es rendirse, es negarse a rendirse”, añade. Esta historia de 30 minutos te dejará esperanzado y probablemente con alguna lágrima en los ojos. Salir de ella sin sentirse afectado es casi imposible.