De vuelta en 2014, The Equalizer nos presentó al tipo más peligroso del mundo’ s tipo más peligroso: un asesino entrenado que está convencido de que también sería un gran entrenador personal. El ex agente de inteligencia Robert McCall, interpretado con majestuosa seriedad por Denzel Washington, puede tanto coaccionarte amablemente para que cambies la comida rápida por ensaladas como masacrar a los mafiosos rusos a tus espaldas. Ahora, después de tirar a Pedro Pascal por un acantilado en The Equalizer 2 (2018), McCall ha vuelto para atravesar los ojos de los mafiosos con pistolas en la pintoresca Sicilia.
La franquicia de acción de Antoine Fuqua, basada libremente en la serie de televisión de los ochenta protagonizada por Edward Woodward, ha convertido a McCall en el típico ángel vengador, el hombre santo llamado a hacer el trabajo sucio de la humanidad. En sus mejores momentos, y The Equalizer 3 es casi tan buena como la primera película, equilibra perfectamente la acción barroca y sangrienta de Fuqua con la habilidad de Washington para dominar la acción.
Pero todas estas películas han tratado siempre de un protagonista que asesina y luego reflexiona obedientemente sobre la defensa moral de dichos asesinatos. Cualquier autorreflexión en el guión de Richard Wenk no es más que lo de siempre. Y, aunque los acordes chillones del compositor Marcelo Zarvos insinúan una actualización más vanguardista y moderna, sigue siendo en gran medida un asunto retrógrado, desde el uso de jerga conservadora sin sentido como “la droga de la yihad”, hasta la escena en la que la bella y casi silenciosa esposa de un agente de policía es atacada por la mafia justo cuando resulta que no lleva pantalones.
Al menos, Fuqua saca el máximo partido de su estereotipada y católica Italia. La sangre salpica una vidriera que representa a la Virgen María. Nuestro héroe busca la absolución bajo la atenta mirada de ángeles de piedra. Se vuelve a presentar al público bañado por un único haz de luz, como bendecido por el calor de lo divino. McCall también es mucho más ecuánime aquí que en su predecesora, una película árida y de poca acción, con un puñado de asesinatos tan ingeniosos como la pistola de clavos en la nuca de la primera película. Aunque no es muy probable que esta serie tenga mucho futuro, ver a Washington en modo estrella de cine nunca es una perspectiva desagradable.
Dir: Antoine Fuqua. Protagonistas: Denzel Washington, Dakota Fanning, David Denman, Sonia Ammar, Remo Girone. 15, 109 mi
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