Los científicos han confirmado que un enorme cocodrilo de 93 millones de años de antigüedad hallado en el centro de Queensland había devorado a una cría de dinosaurio gracias a los restos encontrados en el contenido de su estómago fosilizado.
El cocodrilo Confractosuchus sauroktonos, que se traduce como “cocodrilo roto asesino de dinosaurios”, medía entre 2 y 2,5 m de longitud, según el estudio publicado en la revista Gondwana Research.
La palabra “roto” en el nombre del cocodrilo se refiere a la enorme roca destrozada de donde se descubrieron los fósiles, dijeron los científicos de la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear.
Después de que los fósiles fueran descubiertos por primera vez en 2010, los primeros estudios detectaron huesos del pequeño dinosaurio juvenil del tamaño de un pollo en el intestino. El reptil juvenil era un ornitópodo no identificado, un grupo de dinosaurios comedores de plantas de tamaño medio a grande. El dinosaurio parcialmente digerido podría haber pesado entre 1 y 1,7 kg.
Los científicos afirman que se conservó un “asombroso” 35% del cocodrilo, incluyendo un “cráneo casi completo”, que muestra la disposición de los dientes, aunque faltaban la cola y la extremidad trasera.
“En el escaneo inicial de 2015, detecté un hueso enterrado ahí que parecía un hueso de pollo con un gancho y pensé enseguida que era un dinosaurio”, explicó Joseph Bevitt, coautor del estudio.
“Los ojos humanos nunca lo habían visto antes, ya que estaba, y sigue estando, totalmente encajado en la roca”, añadió el Dr. Bevitt.
Con más análisis utilizando escaneos digitales en 3D de alta resolución e imágenes especializadas de rayos X en los próximos años, los investigadores podrían desvelar más detalles concluyentes sobre el cocodrilo gigante y su presa dinosaurio.
Basándose en el análisis de los restos de dinosaurio, los investigadores afirman que había claras evidencias de procesamiento oral por parte del cocodrilo, incluyendo el desmembramiento y la fragmentación de los huesos de la presa, que son rasgos distintivos del comportamiento alimentario observado incluso en algunas especies de cocodrilos actuales.
Especulan que el cocodrilo fue probablemente atrapado en un evento de megainundación, quedó enterrado y murió poco después de su comida de dinosaurio.
“Los restos fosilizados se encontraron en una gran roca. Las concreciones suelen formarse cuando la materia orgánica, o por ejemplo un cocodrilo, se hunde en el fondo de un río. Como el entorno es rico en minerales, en pocos días el barro que rodea al organismo puede solidificarse y endurecerse debido a la presencia de bacterias”, explicó el Dr. Bevitt.
Los científicos creen que nuevos análisis de este antiguo cocodrilo y de su última comida seguirán arrojando más luz sobre las relaciones y comportamientos de los animales que habitaron Australia hace millones de años.
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