Cirujanos estadounidenses han trasplantado con éxito dos corazones de cerdo modificados genéticamente a personas con muerte cerebral, lo que supone un nuevo avance en una técnica para salvar a seres humanos moribundos utilizando órganos de animales.
Las cirugías, conocidas como xenotrasplantes, se realizaron el 16 de junio y el 6 de julio en el Hospital Tisch de la Universidad de Nueva York.
Según los investigadores, en ambos trasplantes no hubo signos de rechazo temprano. Afirmaron que los corazones funcionaron con normalidad con la medicación habitual tras el trasplante y sin apoyo mecánico adicional.
“Nuestro mayor propósito es hacer frente a la escasez de órganos y ofrecer otra opción a las más de 100.000 personas de todo el país que esperan ese regalo que les salve la vida”, dijo en un comunicado Robert Montgomery, profesor y presidente del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU.
Los corazones utilizados en la intervención procedían de cerdos a los que se habían realizado 10 modificaciones genéticas, entre ellas cuatro “knockouts” de genes porcinos para evitar el rechazo y el crecimiento anormal del órgano, así como seis genes humanos insertados para promover la expresión de proteínas que regulan importantes vías biológicas que pueden verse alteradas por incompatibilidades entre cerdos y humanos.
Las últimas intervenciones quirúrgicas se producen tras el primer trasplante de corazón en humanos realizado en enero, en el que un hombre estadounidense recibió un corazón de cerdo editado genéticamente. Pero murió dos meses después de la intervención.
David Bennett, de 57 años, murió sin causas claras el 8 de marzo en el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Pero en un informe publicado en mayo, los científicos sospecharon que el cerdo del que se obtuvo el corazón podía estar infectado por un virus.
Los investigadores afirman que en los últimos xenotrasplantes se utilizó un nuevo protocolo de enfermedades infecciosas y no se detectó la presencia del citomegalovirus porcino (pCMV) en ninguno de los casos.
Según los científicos, uno de los elementos críticos del éxito en el avance del campo es la mejora de la vigilancia del virus porcino, que se incorporó en estos últimos procedimientos.
Dicen que también se llevaron a cabo “protocolos estrictos” para prevenir y vigilar la posible transmisión del retrovirus endógeno porcino.
Otros protocolos de obtención, transporte, cirugía de trasplante e inmunosupresión seguidos en los últimos casos también se ajustaron a las normas clínicas actuales utilizadas en el trasplante de corazón.
“Nuestro objetivo es integrar las prácticas utilizadas en un trasplante de corazón típico y cotidiano, sólo que con un órgano no humano que funcionará normalmente sin ayuda adicional de dispositivos o medicamentos no probados”, dijo Nader Moazami, director quirúrgico de trasplantes de corazón en el Instituto de Trasplantes Langone de la NYU.
“Pretendemos confirmar que los ensayos clínicos pueden avanzar utilizando este nuevo suministro de órganos con las prácticas de trasplante probadas que hemos perfeccionado en el Instituto de Trasplantes Langone de la NYU”, dijo el Dr. Moazami.
Los investigadores afirman que estos estudios de xenotrasplantes con donantes recientemente fallecidos son fundamentales para recopilar los datos adicionales necesarios para avanzar en este campo, que durante décadas sólo se había probado con primates no humanos.
“Se han introducido métodos de cribado más sensibles para detectar rastros de bajo nivel de pCMV en los cerdos donantes. Hemos incluido ese cribado adicional en este protocolo de trasplante de corazón para dar al órgano la mejor oportunidad de supervivencia a largo plazo”, añadió el Dr. Montgomery.
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