IEn algunos círculos, los activistas verdes de este mundo son vistos como aguafiestas puritanos que intentan hacernos la vida difícil al resto de nosotros. Primero, cerraron las minas de carbón, luego comenzaron a oponerse a Jeremy Clarkson. Luego vinieron las vacaciones de la jet-set y la aviación de clase ejecutiva. A menudo se considera que estos activistas están en contra del placer, ya que la mayoría de las actividades que buscan abolir son una fuente de placer para millones. El conflicto que ahora está surgiendo es entre aquellos que buscan salvar el planeta restringiendo los viajes internacionales y los ingenieros e innovadores que buscan una salida del agujero en el que nos encontramos ahora.
Se ha estimado que alrededor del 3% de los gases de efecto invernadero son producidos por las aerolíneas. El combustible de aviación es una mezcla de cadenas de hidrocarburos que tienen su origen en el petróleo crudo. Cuando se quema, el combustible produce dióxido de carbono y agua, y la mayor parte se libera a gran altura. Esto representa alrededor del 12 por ciento del CO2 generado por la industria del transporte a nivel mundial. (Para poner esto en perspectiva, el transporte por carretera produce el 74 por ciento). Durante el proceso de vuelo, un avión de pasajeros grande consume menos combustible por milla recorrida que su automóvil familiar promedio. Dado que podría haber varios cientos de personas a bordo del avión real, es difícil imaginar una forma de transporte más eficiente.
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