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Los científicos han descubierto que el tiburón ballena, que alcanza los 18 metros de longitud, es el mayor omnívoro del mundo tras un nuevo descubrimiento de que un tipo de hierba marina es una importante fuente de nutrición para el gigantesco pez.
Hasta ahora se pensaba que la criatura se alimentaba por filtración y se observaba que comía organismos diminutos como plancton, krill, larvas de cangrejo, calamares diminutos o peces, dicen los investigadores, entre ellos los del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
El nuevo estudio, publicado la semana pasada en la revista Ecology, descubrió que las macroalgas flotantes Sargassum, es una fuente importante de alimento para el tiburón ballena.
“El mayor omnívoro del mundo es un pez”, dicen los científicos.
“Esto hace que nos replanteemos todo lo que creíamos saber sobre lo que comen los tiburones ballena. Y, de hecho, lo que hacen en el océano abierto”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Mark Meekan, biólogo de peces del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
Mientras que en tierra todas las criaturas más grandes han sido siempre herbívoras, se pensaba que los animales que alcanzan grandes tamaños en el mar -como las ballenas y los tiburones ballena- se alimentaban un escalón más arriba en la cadena alimentaria “de animales parecidos a los camarones y peces pequeños”, dicen los científicos.
“Resulta que tal vez el sistema de evolución en tierra y en el agua no es tan diferente después de todo”, dijo el Dr. Meekan.
En la nueva investigación, los científicos recogieron muestras de posibles fuentes de alimento en el Arrecife Ningaloo de Australia Occidental, desde plancton diminuto hasta grandes algas.
Compararon las moléculas de los bloques de construcción de las proteínas, los aminoácidos, así como las firmas de los ácidos grasos en el plancton y el material vegetal con las encontradas en los tiburones ballena.
Los científicos descubrieron que el tejido del tiburón ballena contenía compuestos encontrados en Sargassum – un tipo de alga marrón común en Ningaloo, que se desprende del arrecife y flota en la superficie.
“Creemos que a lo largo del tiempo evolutivo, los tiburones ballena han desarrollado la capacidad de digerir algunas de estas Sargassum que entra en sus intestinos”, dijo el Dr. Meekan.
Los investigadores dicen que la suposición de que los tiburones ballena sólo se alimentan de krill y otro plancton “es sólo la mitad de la historia”.
“En realidad, también comen una buena cantidad de algas”, añadió el Dr. Meekan.
“Nos sorprendió la firma bioquímica del tiburón ballena”, dijo Patti Virtue, otra coautora del estudio de la Universidad de Tasmania.
Los científicos dicen que los hallazgos son particularmente “muy extraños” ya que en sus tejidos los tiburones ballena no tienen una firma de un animal que se alimenta de krill.
“Algo como un tiburón ballena, que nada por el agua con la boca abierta, va a ingerir muchas cosas diferentes. Pero no se sabe cuánto de eso ha sido utilizado por el animal y cuánto sale directamente por el otro extremo”, explicó Andy Revill, otro coautor del estudio.
Pero el tipo de análisis que los investigadores realizaron en el estudio refleja mejor lo que los animales utilizan realmente para crecer, dicen.
“Los perfiles de ácidos grasos de los tejidos del tiburón ballena, las heces y las presas potenciales sugieren que las macroalgas flotantes, Sargassumy sus epibiontes asociados son una fuente importante de alimento”, escribieron los científicos en el estudio.
“Este modo de alimentación y la necesidad de centrarse en las características oceanográficas que agregan presas también aumenta la amenaza que suponen para la especie los contaminantes como el plástico”, concluyeron.
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