Los artículos ilegales y peligrosos, como los explosivos, podrían detectarse con una eficacia del 100%, utilizando la inteligencia artificial (IA) y un nuevo enfoque de rayos X realizado por académicos del Reino Unido.
Algunos explosivos pueden ser difíciles de detectar sólo con una radiografía convencional, y el nuevo método podría revolucionar la forma de detectar productos ilícitos como drogas, fauna ilegal y explosivos.
Los investigadores afirman que sus descubrimientos pueden tener importantes implicaciones para el sector de la seguridad, y también tienen el potencial de ayudar a la sanidad y la industria.
El autor principal, el profesor Sandro Olivo (UCL Medical Physics & Biomedical Engineering), dijo: “Se trata de una forma radicalmente diferente de inspeccionar materiales y objetos mediante el análisis de texturas, y nos permite una nueva forma de detectar materiales ilícitos.
“Las diminutas curvas de los rayos X siempre han estado ahí, pero son invisibles para los sistemas de rayos X convencionales, por lo que esto nos permite acceder a una enorme cantidad de información hasta ahora inexplorada”.
“Hasta ahora, hemos demostrado que funciona muy bien para detectar explosivos, pero podría utilizarse en cualquier aplicación que dependa de los rayos X, como la obtención de imágenes médicas o la detección de puntos débiles en estructuras industriales.”
En el estudio, el equipo, dirigido por investigadores de la UCL, combinó una nueva técnica de medición de rayos X con el aprendizaje automático de la IA, y la probó en un escáner de seguridad de rayos X desarrollado a medida, utilizando objetos que contenían material explosivo oculto, así como objetos seguros.
A través de investigaciones anteriores, el profesor Olivo había descubierto que los cambios microscópicos o las irregularidades en los objetos hacen que los haces de rayos X se doblen al pasar por ellos.
El nuevo método se basa en la medición de estas pequeñas curvaturas a medida que el haz atraviesa objetos de diferentes texturas.
La curvatura se produce en ángulos tan pequeños como un microrradián, que es unas 20.000 veces más pequeño que un grado.
El equipo combinó la medición de estos ángulos, conocidos como dispersión de microrradianes, con la IA para identificar con precisión objetos y materiales a través de su textura.
Según el estudio, cuando se probó con explosivos, la tasa de detección fue del 100%.
El coautor Tristram Riley-Smith, fundador de XPCI Technology y defensor del UKRI para conflictos, crimen y seguridad, dijo: “Esta investigación ha demostrado el potencial para transformar la detección de amenazas encubiertas en todo el mundo, así como de contrabando tan variado como el de los narcóticos y las mercancías ilícitas de la fauna.”
El coautor, David Bate, de la UCL Medical Physics & Biomedical Engineering, dijo: “Al entrenar la IA en componentes “perfectos”, predecimos que la técnica puede utilizarse para identificar defectos en componentes industriales como grietas, óxido o huecos antes de que sean visibles a simple vista.”
Los resultados se publican en Nature Communications.
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