Dir: Tom George. Protagonistas: Sam Rockwell, Saoirse Ronan, Adrien Brody, Ruth Wilson, Reece Shearsmith, Harris Dickinson, David Oyelowo. 12A, 98 minutos.
¿Podría el thriller de estrellas salvarnos por fin de la monotonía de los superhéroes? Esa es la tentadora promesa que encierra Ver cómo corren, que puede parecer tan cínicamente construida como cualquiera de los asuntos corporativos de Marvel, pero que resulta tan dulce y ligera como una golosina. Es una mezcla a partes iguales de la ironía y la autoconciencia de Rian Johnson. Cuchillos fuera y el romanticismo aristocrático de las adaptaciones de Agatha Christie de Kenneth Branagh. Y por si sus ambiciones de simpatía no fueran ya lo suficientemente obvias, la película está impregnada de la estética de Wes Anderson: simetría obsesiva, paletas brillantes, trucos de cámara inspirados en la Nueva Ola Francesa. También hay que preguntarse si la presencia de dos de sus habituales -Saoirse Ronan y Adrien Brody- significa que ellos mismos no fueron engañados para firmar sus contratos. ¿Saben que no se trata de una continuación de The French Dispatch?
Pero, de alguna manera – y casi contra viento y marea – Ver como corren es un auténtico placer de consumo. Si el atractivo del universo Marvel puede reducirse a una sensación de familiaridad y estabilidad en tiempos difíciles, entonces no hay mucho que lo separe del legado de Christie y sus muchos sucesores. Ambos se basan en la seguridad de que la justicia puede restablecerse y el caos puede controlarse. Christie escribió bajo la sombra de la guerra, y el género policíaco siempre ha crecido y menguado de acuerdo con nuestros sentimientos colectivos de seguridad. Ver cómo corren sigue todos los códigos rigurosos del género: un cadáver y un detective (o dos); un colorido surtido de sospechosos; respuestas proporcionadas en forma de monólogo.
El fallecido, en este caso, es descubierto en un sofá de utilería en el centro del escenario del Teatro Ambassadors en el West End de Londres, donde Christie’s La Ratonera acaba de cumplir su centésima representación. La película menciona la cláusula del contrato real que prohíbe la realización de una adaptación cinematográfica hasta que el espectáculo haya finalizado, siendo el gran chiste de todo ello que La Ratonera es ahora la obra de teatro más longeva del mundo, todavía activa en el St Martin’s de al lado (menos su breve cierre relacionado con COVID). El inspector Stoppard (Sam Rockwell), con la ayuda del agente novato Stalker (Ronan), se ocupan del caso. La selección de posibles asesinos es abundante, ya que entre ellos se encuentran algunos de La ratoneraRichard Attenborough (Harris Dickinson) y Sheila Sim (Pearl Chanda).
Ver cómo corren marca el debut como director de Tom George, el hombre detrás de las tres temporadas del falso documental de la BBC Este país. En este caso, ha mantenido el mismo espíritu: dar a un sólido reparto un conjunto de personajes bien definidos y dejar que se desenvuelvan a sus anchas (las estrellas de la serie Charlie Cooper y Paul Chahidi también aparecen). Es el tipo de película de conjunto que funciona como un partido de tenis, ya que el ostentoso guionista de David Oyelowo lanza frases sueltas a la frágil esposa del productor de Sian Clifford, que a su vez lanza frases sueltas al enamorado Attenborough de Dickinson. Ronan, sin embargo, acaba saliendo airosa. Interpreta la ansiosa ingenuidad de Stalker con el mismo tipo de suave calidad de slapstick de un bebé ciervo que se tambalea sobre sus patas por primera vez.
Como un puro discurso de ascensor, Ver cómo corren es cierto que resulta un poco trillado. Copiar a Wes Anderson sin dejarse llevar por su profundo sentido de la melancolía no es mejor homenaje que un post de Instagram con un bolso y una boina. Pero la película es tan sencilla en sus ambiciones -en su sentido de diversión vertiginosa y bien intencionada- que parece un poco inútil despreciar sus elecciones más superficiales.
Lo mismo podría decirse de todos sus guiños a la cámara. El personaje de Brody, Leo Köpernick, un director de cine que sirve como narrador de la historia, introduce la historia con una amplia evisceración del género de misterio de asesinato: “Has visto uno, los has visto todos”. Pero no hay ningún aire de suficiencia en esta táctica. El guión de Mark Chappell se entrega juguetonamente a los mismos artificios que parodia. El personaje de Oyelowo se lamenta de que las secuencias de flashback en las películas sean “el último recurso de una imaginación moribunda”, en medio de un flashback. Cuando se trata de Ver cómo corren, detectar los hilos de la marioneta es muyplacer.
‘See How They Run’ estará en los cines a partir del 9 de septiembre
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