La tercera temporada de Westworld terminó con una rareza para un programa sobre robots: una muerte androide que parecía definitiva. Después de que los anfitriones mecánicos del parque temático se soltaran en el mundo real, descubrieron que, al igual que ellos, los humanos estaban siendo controlados por un nefasto superordenador de IA conocido como Rehoboam. Esto llevó a Maeve (Thandiwe Newton) y a Dolores (Evan Rachel Wood) a ayudar al humano Caleb (Aaron Paul) a desactivar a Rehoboam, liberando a la humanidad. Esa libertad, sin embargo, se produjo a costa de la vida de Dolores, y los guionistas de la serie dejaron claro que no estaban jugando: realmente está muerta. “Vimos a Dolores perecer”, confirmó la escritora y productora ejecutiva Denise Thé a The Hollywood Reporter. “Vimos todos sus recuerdos dolorosamente borrados. Creo que es muy importante honrar su muerte”.
Hasta pronto Dolores, hola Christina
El hecho de que Dolores finalmente haya encontrado su tan prometido y violento final no significa que hayamos visto lo último de Evan Rachel Wood. En el primer episodio de la cuarta temporada se nos presenta a su nuevo personaje, Christina, que se despierta en un apartamento de Nueva York que puede ser futurista, pero que sigue siendo lo suficientemente estrecho como para requerir que duerma en una cama Murphy de alta tecnología. Christina es una guionista de la empresa de videojuegos Olympiad Entertainment, especializada en escribir historias de fondo para personajes no jugables. Aunque su notable parecido físico con Dolores no puede ser una coincidencia, por ahora no tiene explicación. Christina tiene cosas más urgentes de las que preocuparse, como un jefe que no está contento de que no escriba historias más emocionantes y un inquietante acosador que no deja de hacer estallar su teléfono.
La compañera de piso de Christina, Maya (la reciente ganadora del Oscar Ariana DeBose), decide que lo que realmente necesita para distraerse es una cita con un jugador profesional, que resulta ser un fracaso. Al volver a casa sola, Christina se enfrenta a su acosador, Peter (Aaron Stanford), que no para de balbucear sobre “la torre” y su teoría de que Christina ha estado escribiendo y controlando su vida de alguna manera. “Necesito que la historia cambie”, le dice. “Necesito que el final sea diferente”. Las cosas no pintan bien para Christina, hasta que es rescatada por un misterioso héroe que desaparece con la misma rapidez con la que salió de las sombras. Al día siguiente, Peter llama a Christina antes de suicidarse lanzándose en picado desde la azotea de un edificio. Más tarde, el plano final del episodio revela la identidad del misterioso protector de Christina: un nuevo personaje interpretado por James Marsden, al que no hemos visto desde que su bondadoso vaquero Teddy se suicidó al final de la segunda temporada. ¿Quién es y cómo encaja en todo esto? La versión orquestal del éxito de Lana Del Rey que pone la banda sonora a su aparición sugiere que, naturalmente, tendrá algo que ver con los “videojuegos”.
Malditos sean si lo hacen, malditos sean si no lo hacen
La secuencia previa a los créditos del episodio presenta a (la versión androide anfitriona de) William/El Hombre de Negro (Ed Harris) negociando con un cártel de habla hispana para comprar el superordenador que han conseguido construir dentro de la presa Hoover. Al parecer, cree que el ordenador le permitirá acceder a “La Puerta”, que conduce a la otra vida androide del Valle del Más Allá/Sublime. Cuando rechazan su oferta, William les dice que la aceptará sin más. Al volver a casa, un miembro del cártel (Arturo Del Puerto) encuentra una infestación de moscas en su casa y al día siguiente, con aspecto de estar poseído, mata a su jefe, entrega el control del superordenador a William y se suicida enseguida. Esas no eran moscas comunes y corrientes, y parece poco probable que hayamos visto la última de ellas.
Maeve y Caleb se reúnen
Han pasado siete años desde que Maeve y Caleb cerraron Rehoboam. Caleb ha pasado el tiempo intentando ser un buen padre para su hija Frankie (Celeste Clark), lo que para él significa enseñarle a disparar un arma. Como le dice su madre: “Tiene siete años, Caleb. Gracias a ti, sus aficiones son el azúcar y la violencia”. Maeve, por su parte, ha pasado el tiempo recluida en una cabaña fuera de la red. Hasta que aparecen unos matones que quieren matarla. Se deshace rápidamente de ellos antes de dirigirse a Los Ángeles para hacer un trabajo igualmente corto con el malvado que va detrás de Caleb y Frankie. Maeve le dice a Caleb que William “ha vuelto a las andadas” y eso significa que ellos también. Se van a adelantar a William hasta el senador con el que quiere reunirse, y la persecución está en marcha.
El primer episodio de la cuarta temporada de ‘Westworld’ está disponible en HBO Max en Estados Unidos desde el domingo 26 de junio y Sky Atlantic en el Reino Unido a partir del lunes 27 de junio
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