In circunstancias normales, el ímpetu de los premios estaría ahora creciendo rápidamente detrás de la película de Antoine Fuqua Emancipación. El nuevo drama de 130 millones de dólares (106,43 libras esterlinas) está protagonizado y producido por Will Smith, ganador de un Oscar y favorito de la taquilla, en uno de sus papeles más difíciles, el de un esclavo en la Luisiana de 1860. Apple, que a principios de año se convirtió en el primer servicio de streaming en ganar un Oscar a la mejor película con Codacon una epopeya histórica en toda regla.
Estas, sin embargo, no son circunstancias normales. Emancipación es el primer estreno cinematográfico “post bofetada” de Smith. Han pasado nueve meses desde que la estrella, enfurecida, subió al escenario y abofeteó al cómico Chris Rock. En cuanto lo hizo, le llovió el oprobio. Uno de los hijos predilectos de Hollywood se convirtió en un instante en casi un paria. Poco después dimitió de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS) y se le prohibió asistir a los Oscar durante 10 años.
Las cuestiones que se plantean ahora son cuándo le perdonará el mundo, qué opinión tienen de él sus colegas de la industria cinematográfica y si las películas en las que aparece tienen alguna posibilidad de éxito crítico o comercial. Los primeros indicios son que Emancipación se ha visto envuelta en la actual reacción contra Smith.
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