La tecnología portátil puede revelar detalles ocultos en las pinturas del antiguo Egipto, sugiere una investigación.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto las alteraciones realizadas en dos pinturas del antiguo Egipto (que datan de aproximadamente 1400 y 1200 a. C., respectivamente) en detalles invisibles a simple vista.
El idioma del antiguo Egipto no tiene una palabra conocida para “arte”, y la civilización a menudo se percibe como extremadamente formal en su expresión creativa.
Lo mismo ocurre con las obras realizadas por los pintores de sus capillas funerarias.
Sin embargo, el nuevo estudio revela una pintura en la que el tocado, el collar y el cetro de la imagen de Ramsés II fueron sustancialmente reelaborados.
Y en una escena de adoración representada en la tumba de Menna, se modificó la posición y el color de un brazo.
Los pigmentos utilizados para representar el color de la piel difieren de los que se aplicaron por primera vez, lo que resulta en cambios sutiles cuyo propósito aún permanece incierto.
Los hallazgos sugieren que estos pintores, o dibujantes-escribas, a pedido de las personas que encargaron sus obras, o por iniciativa de los propios artistas a medida que cambiaba su propia visión de las obras, podrían agregar sus toques personales a los motivos convencionales.
Si bien la mayoría de los estudios de obras de arte egipcias se llevan a cabo en museos o laboratorios, en este estudio los investigadores utilizaron dispositivos portátiles para realizar imágenes químicas en pinturas en su contexto original.
Esto permitió el análisis de la composición y estratificación de la pintura y la identificación de alteraciones realizadas en pinturas antiguas.
Las dos pinturas analizadas en detalle se ubicaron en capillas de tumbas en la necrópolis tebana cerca del río Nilo, que datan del período Ramesside.
En la primera pintura, los investigadores pudieron identificar alteraciones realizadas en la posición del brazo de una figura, aunque la razón de este cambio relativamente pequeño es incierta.
Mientras que en la segunda pintura, los investigadores descubrieron numerosos ajustes a la corona y otros elementos reales representados en un retrato de Ramsés II.
Se sugiere que estos cambios probablemente se relacionen con algún cambio en el significado simbólico a lo largo del tiempo.
Se cree que tales alteraciones en las pinturas son raras entre este tipo de arte, pero los investigadores sugieren que estos descubrimientos requieren más investigación.
Quedan muchas incertidumbres sobre el razonamiento y el momento detrás de las alteraciones observadas, algunas de las cuales podrían resolverse mediante análisis futuros.
Los autores del estudio dijeron: “Estos descubrimientos claramente requieren una inspección sistematizada y más cercana de las pinturas en Egipto utilizando la caracterización fisicoquímica”.
La investigación, publicada en la revista Plos One, fue realizada por Philippe Martinez de la Universidad de la Sorbona y científicos del Centre national de la recherche scientifique (CNRS) y la Universite Grenoble Alpes.
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