El análisis de los colmillos del mamut lanudo revela un aumento de los niveles de testosterona en los machos.
Los investigadores afirman que las trazas de hormonas sexuales extraídas del colmillo del animal proporcionan la primera prueba directa de que los machos adultos experimentaban el musth.
Se trata de un episodio de agresividad exacerbada contra machos rivales impulsado por la testosterona y asociado a la época de apareamiento.
Según los científicos, en los elefantes macho, la elevación de testosterona durante el musth se reconocía anteriormente a partir de análisis de sangre y orina.
La investigación sugiere que las batallas musth en parientes extintos de los elefantes modernos se han inferido a partir de lesiones esqueléticas, puntas de colmillos rotas y otras líneas indirectas de evidencia.
Pero el nuevo estudio es el primero en demostrar que los niveles de testosterona se registran en las capas de crecimiento de los colmillos de mamut y elefante.
El autor principal Michael Cherney, investigador afiliado al Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, dijo: “Los patrones temporales de testosterona conservados en los colmillos fósiles muestran que, al igual que los elefantes modernos, los mamuts toro maduros experimentaron el musth”.
Los investigadores informan de aumentos anuales recurrentes de testosterona -hasta 10 veces superiores a los niveles basales- en un colmillo de mamut lanudo de Siberia conservado en permafrost.
El mamut macho adulto vivió hace más de 33.000 años.
Según los hallazgos, los picos de testosterona observados en el colmillo de mamut coinciden con los picos de testosterona relacionados con el musgo que los investigadores observaron en un colmillo de elefante macho africano.
La palabra “musth” viene de la palabra hindi y urdu para intoxicado.
Tanto los colmillos modernos como los antiguos contienen restos de testosterona y otras hormonas esteroides, sugiere el estudio.
Estos compuestos químicos se incorporan a la dentina, el tejido mineralizado que constituye la parte interior de todos los dientes (los colmillos son dientes incisivos superiores alargados).
Las hormonas ayudan a regular la fisiología y el comportamiento, y la testosterona -una hormona esteroide- es la principal hormona sexual en los vertebrados macho.
Circula por el torrente sanguíneo y se acumula en diversos tejidos.
Los científicos han analizado anteriormente las hormonas esteroideas presentes en el pelo, las uñas, los huesos y los dientes humanos y animales, tanto en contextos modernos como antiguos.
Sin embargo, la importancia y el valor de estos registros hormonales han sido objeto de un escrutinio y un debate constantes.
Los investigadores afirman que sus hallazgos deberían ayudar a cambiar la
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