La competencia por los polinizadores en medio del descenso observado de las poblaciones de insectos en todo el mundo puede reducir la capacidad de coexistencia de las especies vegetales, según advierte un nuevo estudio.
Los naturalistas han documentado a lo largo de los años los esfuerzos que realizan las plantas para atraer a los polinizadores, incluyendo señales visuales especiales como pétalos y sépalos llamativos, así como aromas especiales llamados feromonas para atraer a algunos insectos.
Aunque muchos polinizadores, como las abejas y las mariposas, visitan varias especies de plantas, una nueva investigación sugiere que el descenso de la población de estos insectos podría desestabilizar la coexistencia entre plantas.
El estudio, publicado la semana pasada en la revista Nature, advierte que el “apocalipsis de los insectos” global agravado por el cambio climático puede afectar a la diversidad de las plantas al disminuir el número de polinizadores en todo el mundo.
Los investigadores afirman que esta mortandad de insectos polinizadores ha incitado la necesidad de comprender mejor su papel en el mantenimiento de la diversidad vegetal.
En investigaciones anteriores se ha teorizado que el aumento de la competencia por los polinizadores puede aumentar la diversidad de las plantas, al proporcionar un contexto que las obliga a adaptarse y a establecer sus propios nichos únicos.
Sin embargo, los estudios también sugieren que la competencia puede dar lugar a que algunas especies queden excluidas de sus nichos, disminuyendo la diversidad en una comunidad.
Los científicos intentaron abordar estas creencias contradictorias en el nuevo estudio manipulando el entorno de polinización de cinco especies de plantas de floración anual – mostaza de campo, maíz gromwell, amapola común, acianos e hinojo silvestre – cultivadas en un campo en el que se hizo variar la densidad de plantas a lo largo de un gradiente.
En el estudio, los investigadores evaluaron la polinización y el crecimiento de las plantas en 80 pequeñas parcelas de 2 metros cuadrados de plantas emparejadas nativas de Suiza.
Controlaron la cantidad de polinización en algunas especies de forma manual y el resto tuvo que depender de los niveles ambientales normales de polinización.
La polinización manual suplementaria redujo la competencia por los polinizadores entre las especies de plantas.
Las cinco especies de plantas utilizadas en el estudio dependían de la polinización general por insectos, excepto el maíz gromwell que también podía autopolinizarse.
“Para nueve de las diez parejas de especies, la competencia por los polinizadores debilitó las diferencias de nicho estabilizadoras entre los competidores”, escribieron los científicos en el estudio.
Esto indicaba que cuando se reducía la polinización, las especies emparejadas no llegaban a un nuevo equilibrio de sus interacciones entre sí dentro de su entorno.
Sugiere que la competencia por los polinizadores desestabilizó las interacciones entre las especies de plantas, dando lugar a que menos especies coexistan juntas.
“Estos resultados apoyan la hipótesis de que los polinizadores desestabilizan la competencia entre plantas favoreciendo a las especies de plantas más comunes a expensas de sus competidores más raros”, escribieron los investigadores.
Dicen que las interacciones entre plantas y polinizadores contribuyeron a los “desequilibrios competitivos” entre las especies de plantas, un efecto que esperan que se agrave aún más por la disminución de los niveles de polinizadores en medio de la sexta extinción masiva global en curso, provocada por el cambio climático.
La estimulación experimental del declive de los polinizadores reveló además que las especies de plantas con un descenso más acusado de las visitas de los polinizadores a sus flores también experimentaron mayores descensos en la tasa de crecimiento de la población.
Basándose en los resultados, los científicos concluyen que estos hallazgos revelan cómo las interacciones entre las especies de plantas pueden debilitarse e intensificar los desequilibrios competitivos cuando las plantas compiten por la atención de los polinizadores.
Creen que esta información será “inestimable” para determinar las consecuencias ecológicas del declive de los polinizadores.
“Nuestros resultados revelan que la competencia por los polinizadores puede debilitar la coexistencia de las plantas al desestabilizar las interacciones y contribuir a los desequilibrios competitivos, información fundamental para interpretar los impactos del declive de los polinizadores”, concluyeron los investigadores.
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