El aumento de las tensiones entre Rusia y la alianza de Japón, Estados Unidos y Europa a raíz de la brutal invasión de Ucrania está empezando a afectar a los proyectos multinacionales en materia de ciencia y tecnología.
Los lanzamientos programados de satélites y sondas con cohetes rusos han sido cancelados directamente o es probable que se pospongan, mientras que los proyectos de investigación conjunta de científicos japoneses y rusos corren el riesgo de ser interrumpidos.
Rusia ha desempeñado durante mucho tiempo un papel central en la exploración espacial internacional, utilizando cohetes lanzados desde Kazajstán, la Guayana Francesa en Sudamérica y otros lugares, así como plataformas de lanzamiento nacionales, para llevar satélites, sondas y astronautas al espacio.
En respuesta a las duras sanciones impuestas tras su invasión de Ucrania, Rusia ha adoptado una postura de línea dura. Detuvo unilateralmente el lanzamiento de 36 pequeños satélites de comunicaciones de una empresa británica desde un puerto espacial en Kazajstán, previsto para el 5 de marzo.
Rusia también retiró a todos sus científicos enviados al centro espacial de la Guayana Francesa, donde ha estado operando la empresa de lanzamientos Soyuz junto con la compañía espacial europea Arianespace.
El proyecto europeo-ruso de exploración de Marte “ExoMars” también está en peligro. El lanzamiento de un explorador de Marte previsto para septiembre ha sido suspendido después de que la Agencia Espacial Europea (ESA) determinara que no era posible en las circunstancias actuales. El cohete Soyuz y el económico cohete Dnepr (ya retirado) han sido utilizados a menudo por las empresas espaciales japonesas que se inician en el sector.
Axelspace Corp, con sede en Tokio, ha expresado su preocupación por su plan de lanzar cuatro pequeños satélites de observación de la Tierra en un cohete Soyuz en la segunda mitad de este año. La empresa dice que está observando de cerca la situación actual.
Asimismo, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) se pregunta por el destino de su lanzamiento previsto en el ejercicio 2023 en un cohete Soyuz del satélite de observación de la Tierra EarthCARE, que se está desarrollando conjuntamente con intereses europeos.
En una conferencia de prensa celebrada el 11 de marzo, el presidente de JAXA, Hiroshi Yamakawa, tuvo poco que decir sobre el asunto, comentando: “No tenemos ninguna información fiable en este momento.”
Rusia amenaza con sacudir el funcionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS), que cuenta con una amplia participación de Japón, Estados Unidos, países europeos y Rusia y otros países.
“Si bloquean la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la ISS de una desorbitación incontrolada y de su caída en territorio estadounidense o europeo?” escribió Dmitry Rogozin, presidente de la agencia espacial rusa Roscosmos, en Twitter a finales de febrero.
La ISS mantiene su altitud orbital de unos 400 kilómetros con reimpulsos periódicos mediante propulsores que utilizan equipos rusos. Dado que Rusia desempeña un papel tan importante, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) emitió un comunicado para calmar la situación. “La NASA sigue trabajando con todos nuestros socios internacionales, incluido … Roscosmos, para que las operaciones de la Estación Espacial Internacional sigan siendo seguras”.
En consecuencia, se decidió que tres astronautas estadounidenses y rusos en la ISS regresarán juntos a la Tierra en una nave Soyuz a finales de este mes, como estaba previsto, manteniendo así la cooperación multinacional en la ISS, aunque tensa, intacta por ahora.
Los proyectos de investigación conjuntos con Rusia, financiados por el gobierno japonés, tienen dificultades para hacer planes de futuro.
El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca participa en varios estudios conjuntos con Rusia, como el control de plagas forestales y la gestión de los bosques en Siberia.
El ministerio ha comenzado a considerar la posibilidad de interrumpir los proyectos en respuesta al anuncio realizado por el ministro de Economía, Comercio e Industria, Koichi Hagiuda, el 2 de marzo, de que tiene previsto suspender por el momento los proyectos gubernamentales que impliquen una cooperación económica con Rusia.
“La investigación conjunta también forma parte de la cooperación económica entre Japón y Rusia”, dijo un funcionario del Ministerio de Agricultura y Silvicultura. “Tenemos que considerar y evaluar la situación”.
La Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia, que depende del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, financia más de 40 estudios conjuntos entre Japón y Rusia. Ha recibido una avalancha de solicitudes de universidades e investigadores japoneses interesados.
Un funcionario dijo que no había planes para poner fin a los estudios a corto plazo, pero añadió que podría ser necesario estudiar más a fondo si el gobierno japonés endurece las sanciones a Rusia.
Washington Post
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