La estimulación eléctrica del cerebro puede mejorar la memoria de las personas mayores hasta un mes, según sugiere una nueva investigación.
Según un nuevo estudio, 20 minutos de estimulación durante cuatro días consecutivos pueden mejorar dos tipos diferentes de memoria en personas de 65 años o más.
Los investigadores afirman que este método no invasivo -que utiliza un gorro provisto de sensores- podría ayudar a mejorar las actividades cotidianas a medida que las personas envejecen.
Recordar algo durante un breve periodo de tiempo, como el número de un andén al coger un tren, utiliza la memoria de trabajo.
Mientras que la memoria a largo plazo consiste en recordar algo durante un periodo más largo, como por ejemplo, recordar dónde has dejado el coche en el aparcamiento del aeropuerto después de unas vacaciones.
El rendimiento de cada persona en cada tipo de memoria varía y tiende a disminuir con la edad, según los investigadores.
Robert Reinhart y sus colegas de la Universidad de Boston se propusieron mejorar ambos tipos de memoria en 150 personas de entre 65 y 88 años.
Se suministraron corrientes eléctricas a través de electrodos en la gorra que llevaban los participantes mientras escuchaban, y recordaban inmediatamente, cinco listas de 20 palabras.
El estudio descubrió que, tras la estimulación, las personas mayores eran capaces de recordar hasta seis palabras más, y el rendimiento de la memoria mejoraba en más de un 50%.
El profesor Reinhart dijo: “Descubrimos que la estimulación eléctrica mejoraba el rendimiento de la memoria en aproximadamente un 50-65%, lo que se traduce en que las personas mayores recordaban, por término medio, entre cuatro y seis palabras más (de la lista de 20 palabras) al final de la intervención de cuatro días, en comparación con el grupo de personas que recibieron la estimulación simulada o placebo.”
Basándose en investigaciones anteriores, los autores apuntaron a dos regiones cerebrales específicas con dos frecuencias de estimulación distintas.
La estimulación del lóbulo parietal inferior, cerca de la parte superior de la espalda del cráneo, a una frecuencia de 4 Hz, mejoró el recuerdo de las palabras del final de la lista, lo que indica un almacenamiento en la memoria de trabajo.
Mientras que la focalización en un área más cercana a la parte frontal del cerebro a 60 Hz mejoró el recuerdo de las palabras del principio, lo que refleja el almacenamiento en la memoria a largo plazo.
Las personas con el menor rendimiento cognitivo al inicio del estudio fueron las que más se beneficiaron de la estimulación cerebral, según los investigadores.
El profesor Reinhart explicó que la aplicación de la corriente a cualquiera de las dos partes del cerebro demostró que se podía mejorar la memoria a corto plazo o la memoria a largo plazo.
Dijo: “Tras cuatro días consecutivos, cada uno de los cuales consistía en sólo 20 minutos de estimulación, pudimos provocar mejoras colectivas de la memoria que duran al menos un mes”.
“También descubrimos que la tasa de mejora durante la intervención de cuatro días predice la magnitud de los beneficios para la memoria después de un mes.
“En otras palabras, los beneficios de la memoria se acumulan a cierta velocidad durante la intervención de cuatro días, y esta tasa de mejora es altamente predictiva del tamaño de los beneficios de la memoria que vemos un mes después”.
El profesor Reinhart añadió: “Ahora podemos decir que, por lo general, los efectos fueron de moderados a grandes y también que una abrumadora mayoría de los participantes experimentan los beneficios de la memoria, concretamente entre el 85% y el 90% experimentan las mejoras de la memoria durante la intervención.”
Los resultados se publican en Nature Neuroscience.
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