Las sustancias químicas presentes en los productos de consumo de plástico pueden afectar al metabolismo humano, contribuir al desarrollo de células grasas en el cuerpo y desencadenar la obesidad, según un nuevo estudio.
La investigación, publicada en la revista Environmental Science and Technology el miércoles, encontró más de 55.000 componentes químicos diferentes en los productos de consumo de plástico e identificó 629 sustancias, de las cuales 11 son conocidas como sustancias químicas que alteran el metabolismo (MDC).
“Nuestros experimentos muestran que los productos de plástico ordinarios contienen una mezcla de sustancias que pueden ser un factor relevante e infravalorado detrás del sobrepeso y la obesidad”, dijo en un comunicado Martin Wagner, coautor del estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
En el estudio, los investigadores analizaron 34 productos de plástico de uso cotidiano, como envases de yogur, botellas de bebidas y esponjas de cocina, para ver qué sustancias químicas contenían.
La obesidad es uno de los principales factores relacionados con algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y casi 650 millones de personas en todo el mundo padecen esta enfermedad.
Si bien investigaciones anteriores ya habían indicado que algunos plásticos contenían sustancias químicas que alteraban las hormonas y podían afectar al desarrollo y la fertilidad, el nuevo estudio descubrió que algunas sustancias químicas del plástico pueden contribuir también al aumento de peso y la obesidad.
Las sustancias químicas de un tercio de los productos de plástico investigados en el estudio contribuyeron al desarrollo de células grasas en experimentos de laboratorio, reprogramando las células precursoras para que se convirtieran en células grasas que proliferaban más y acumulaban más grasa.
Aunque algunos de los productos evaluados en el estudio contenían sustancias conocidas que alteran el metabolismo, otros no.
Sin embargo, los investigadores afirmaron que estas sustancias indujeron, no obstante, el desarrollo de células grasas, lo que sugiere que los plásticos también pueden contener sustancias químicas actualmente no identificadas que interfieren en el modo en que nuestro cuerpo almacena la grasa.
“Es muy probable que no sean los sospechosos habituales, como el bisfenol A, los causantes de estas alteraciones metabólicas. Esto significa que otras sustancias químicas del plástico, además de las que ya conocemos, podrían estar contribuyendo al sobrepeso y la obesidad”, afirma Johannes Völker, primer autor del estudio, afiliado al Departamento de Biología de la NTNU.
Aunque el estudio no reveló una clara relación causa-efecto entre los plásticos y la obesidad, los investigadores afirmaron que sustancias químicas como los ftalatos y los bisfenoles presentes en los productos de consumo de plástico de uso cotidiano, así como otras cuyos efectos aún se desconocen, bien podrían ser un factor.
Citando las limitaciones de la investigación, los científicos dijeron que el conjunto de muestras de plásticos analizados en el estudio “ciertamente no es representativo de todas las sustancias químicas del plástico a las que están expuestos los seres humanos.”
Al dar prioridad a los tipos de polímeros que probablemente contengan MDC, como el cloruro de polivinilo y el poliuretano (PVC y PUR), dijeron que otros estudios pueden ayudar a caracterizar de forma exhaustiva la exposición humana a las sustancias químicas del plástico de todo tipo de productos.
“Hasta donde sabemos, éste es el primer estudio que investiga la actividad adipogénica de las sustancias químicas extraíbles de los productos de consumo de plástico”, escribieron los investigadores en el estudio.
“Nuestro estudio demuestra que los plásticos de uso diario contienen potentes mezclas de MDC y pueden, por tanto, ser un factor ambiental relevante aunque subestimado que contribuye a la obesidad”, añadieron.
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