Las urracas australianas a las que se les colocaron diminutos dispositivos de rastreo tipo mochila para un estudio mostraron un “comportamiento aparentemente altruista” al ayudarse mutuamente a retirar el rastreador, según un nuevo hallazgo que ha dejado atónitos a los científicos.
La investigación, publicada la semana pasada en el revista Australian Field Ornithology, mostró una de las primeras evidencias de “rescate” cooperativo en las aves, un comportamiento en el que una urraca australiana individual, Gymnorhina tibicen, ayudaba a otro miembro del grupo sin obtener una recompensa inmediata y tangible.
“Nuestro objetivo era aprender más sobre el movimiento y la dinámica social de estas aves altamente inteligentes, y probar estos nuevos dispositivos, duraderos y reutilizables. En cambio, las aves nos superaron”, escribió el autor principal del estudio, Dominique Potvin, de la Universidad de la Costa del Sol, en Australia, en The Conversation.
En el estudio piloto, los científicos planearon inicialmente probar un nuevo diseño para un arnés que sostenía el rastreador utilizando un método novedoso que no requería que las aves fueran capturadas de nuevo para descargar los datos del GPS de los rastreadores, o reutilizar los pequeños dispositivos.
Atraparon a cinco urracas utilizando trampas de red con resortes blandos una mañana, y les colocaron rastreadores GPS con arnés.
El arnés, según los científicos, tenía un punto débil diseñado en el hilo que se liberaba cuando se magnetizaba, lo que creaba un sistema de liberación pasiva para la recuperación del rastreador GPS, evitando la necesidad de recapturar a las aves.
Su idea era que cuando las aves habituadas volvieran a la estación de alimentación, encontrarían un imán que liberaría el arnés y el rastreador, permitiendo a los investigadores recuperar fácilmente el dispositivo GPS después.
Para retirar el arnés de las aves, dijeron los investigadores, se necesitaba un imán o unas “tijeras realmente buenas”.
“Nos entusiasmó el diseño, ya que abría muchas posibilidades de eficacia y permitía recoger muchos datos”, señalaron los científicos.
Aunque estudios anteriores han demostrado que las urracas son criaturas inteligentes y sociales que “sobresalen en la resolución de problemas”, los científicos dijeron que no esperaban que las aves se centraran en el punto débil específico del arnés y se unieran rápidamente para deshacerse del dispositivo en grupo.
“En particular, se observó que la eliminación implicaba que un pájaro rompiera el arnés de otro pájaro en el único punto débil, de manera que el rastreador se liberara”, escribieron los científicos en el estudio.
A los diez minutos de colocar el último rastreador, el Dr. Potvin dijo que los investigadores fueron testigos de cómo una hembra adulta sin rastreador trabajaba con su pico para intentar quitarle el arnés a un pájaro más joven, y en horas, la mayoría de los otros rastreadores habían sido retirados.
“Este comportamiento demuestra tanto la cooperación como un nivel moderado de resolución de problemas, proporcionando una potencial evidencia adicional de las capacidades cognitivas de esta especie”, señalaron los investigadores.
Los científicos dijeron que el estudio es también una de las primeras evidencias de aves que muestran un comportamiento de rescate en el que un trabajador trató de liberar a otro individuo en peligro, sin ningún beneficio directo obvio para el individuo que rescata.
Mientras que el comportamiento de rescate se ha descrito comúnmente en las hormigas, los científicos dijeron que sólo hay casos raros observados en las aves.
“Es posible que lo que hemos observado sea el primer caso documentado de comportamiento de rescate en urracas australianas”, añadieron.
Sin embargo, los investigadores no están seguros de si las urracas probaron diferentes partes del arnés antes de ser capaces de arrancarlo en el punto más débil, o si simplemente perseveraron hasta que el arnés se rompió. Tampoco está claro si el mismo individuo ayudó a cada sujeto de prueba, o si las aves compartieron tareas.
Los investigadores esperan que otros estudios específicos establezcan si las urracas trabajaron en un punto débil, o si sus intentos fueron aleatorios o sistemáticos.
“No obstante, se justifica una mayor investigación sobre la resolución de problemas cognitivos en las urracas, especialmente en el contexto de la ayuda a otros miembros del grupo, para comprender mejor el comportamiento de colaboración”, dijeron los investigadores.
“Hasta donde sabemos, éste es el primer estudio que informa de la eliminación de rastreadores GPS por parte de congéneres, y debería tenerse en cuenta a la hora de planificar futuros estudios de seguimiento, especialmente en especies altamente sociales”, añadieron.
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