Los cerebros de los gatos se han reducido considerablemente desde que los humanos comenzaron a cuidarlos como mascotas hace 10.000 años, según un nuevo estudio que arroja más luz sobre los efectos de la domesticación en los mamíferos.
Aunque se cree que la reducción del tamaño del cerebro, en comparación con los individuos salvajes, es una característica clave de las especies de mamíferos domesticados, los investigadores, entre los que se encuentra Raffaela Lesch, de la Universidad de Viena, dijeron que tales comparaciones del tamaño del cerebro se basan a menudo en literatura antigua e inaccesible.
En algunos casos, afirman que los estudios que establecieron comparaciones entre animales domésticos y especies salvajes pueden no representar ya la verdadera especie progenitora de la especie doméstica evaluada.
En la nueva investigación, publicada en la revista Royal Society Open Science el miércoles, los científicos replicaron los estudios sobre los volúmenes craneales de los gatos domésticos -publicados en las décadas de 1960 y 1970- que comparaban a los gatos salvajes, los domésticos y sus híbridos.
Evaluaron el tamaño de los cráneos de los gatos domésticos (Felis catus) y los compararon con los de los gatos salvajes europeos (Felis silvestris) y los gatos monteses africanos (Felis lybica).
El estudio descubrió que los gatos domésticos tienen cráneos más pequeños -lo que indica que tienen cerebros más pequeños- que los gatos salvajes europeos y africanos. También reveló que el tamaño del cráneo de los híbridos de gatos domésticos y gatos salvajes europeos tiene volúmenes craneales entre los de las dos especies parentales.
En estos felinos, los investigadores afirmaron que la selección natural para la domesticación condujo a la producción de menos células de la cresta neural, vinculadas a la excitabilidad y el miedo, lo que contribuyó a un menor tamaño del cráneo y el cerebro.
Los científicos creen que más estudios sobre más especies pueden ayudar a entender mejor otros efectos de la domesticación en los gatos, y añaden que hay varias limitaciones al extraer información de literatura antigua a la que no es fácil acceder.
“Gran parte de la literatura que compara animales salvajes y domésticos es de difícil acceso, o puede tener problemas metodológicos”, dijo el Dr. Lesch. “Tenemos que esforzarnos en replicar los hallazgos antiguos para hacer avanzar el campo de la investigación sobre la domesticación y ver si las hipótesis, como la de la cresta neural/síndrome de domesticación de Wilkins y sus colegas, están construidas sobre una base sólida”.
En futuras investigaciones, los científicos planean replicar más estudios antiguos, no sólo de gatos, sino de otras especies domésticas.
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