Científicos desarrollan un proceso de detección para calcular el riesgo de infarto a partir de una prueba ocular rutinaria

Los científicos están desarrollando un sencillo proceso de cribado en el que una prueba ocular rutinaria podría ayudar a predecir el riesgo de infarto de miocardio de una persona, un avance que podría dar lugar a nuevas herramientas de salud personal.

La investigación, que aún no ha sido revisada por expertos y que se presentará el lunes en la conferencia anual de la Sociedad Europea de Genética Humana, predice el riesgo de infarto combinando información sobre el patrón de los vasos sanguíneos de la retina con datos genéticos.

Los científicos, entre ellos los de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), afirman que el método podría predecir con exactitud el riesgo de que un individuo sufra una enfermedad coronaria (EAC) y su desenlace potencialmente mortal, el infarto de miocardio (IM), comúnmente conocido como ataque al corazón.

“En primer lugar, estudiamos los patrones de ramificación de la vasculatura retiniana mediante el cálculo de una medida denominada dimensión fractal (Df) a partir de los datos disponibles en el Biobanco del Reino Unido (UKB),” Ana Villaplana-Velasco, candidata a doctorado en la Universidad de Edimburgo dijo en un comunicado.

El Biobanco del Reino Unido incluye datos demográficos, epidemiológicos, clínicos, de imagen y de genotipado de más de 500.000 participantes de todo el país.

“Descubrimos que un Df más bajo, patrones simplificados de ramificación de los vasos, está relacionado con la EAC y, por tanto, con el IM,” dijo la Sra. Villaplana-Velasco.

A continuación, los científicos desarrollaron un modelo para predecir el riesgo de IM estudiando a los participantes en la UKB que habían sufrido un IM tras la obtención de las imágenes retinianas.

“Sorprendentemente, descubrimos que nuestro modelo era capaz de clasificar mejor a los participantes con bajo o alto riesgo de IM en la UKB en comparación con los modelos establecidos que sólo incluyen datos demográficos. La mejora de nuestro modelo fue aún mayor si añadimos una puntuación relacionada con la propensión genética a desarrollar IM”, afirmó la Sra. Villaplana-Velasco.

Cuando los científicos analizaron la genética de la Df, hallaron nueve regiones en el genoma humano que determinan los patrones de ramificación vascular retiniana.

“Se sabe que cuatro de estas regiones están implicadas en la genética de las enfermedades cardiovasculares. En concreto, descubrimos que estas regiones genéticas comunes están implicadas en procesos relacionados con la gravedad y la recuperación del IM,” explicó la Sra. Villaplana-Velasco.

Aunque la edad media de un IM es de 60 años, el nuevo modelo alcanzó su mejor rendimiento predictivo más de cinco años antes de que se produjera el IM, afirman los científicos.

“Este nuevo modelo mejora la predicción del riesgo individual de IM en comparación con los enfoques más avanzados, lo que demuestra el poder predictivo adicional de estos rasgos complementarios para identificar precozmente a los grupos de alto riesgo,” escriben los investigadores en un estudio aún no revisado por pares publicado como preimpresión en medRxiv.

Los científicos afirman que, en el futuro, un “simple examen de retina” podría proporcionar información suficiente para identificar a las personas en situación de riesgo.

“Así que el cálculo de un riesgo de IM individualizado a partir de los mayores de 50 años parecería adecuado”, dijo la Sra. Villaplan-Velasco.

”Esto permitiría a los médicos sugerir comportamientos que podrían reducir el riesgo, como dejar de fumar y mantener unos niveles normales de colesterol y tensión arterial. Nuestro trabajo demuestra una vez más la importancia del análisis exhaustivo de los datos que se recogen de forma rutinaria y su valor en el desarrollo futuro de la medicina personalizada”, añadió.

Los científicos creen que las variaciones en el patrón vascular retiniano también pueden ayudar a descubrir la propensión de las personas a otras enfermedades y reflejar el desarrollo de otras patologías, como la retinopatía diabética y el ictus.

Los investigadores también esperan llevar a cabo otro estudio sobre el modelo, realizando un análisis específico por sexos.

“Sabemos que las mujeres con mayor riesgo de IM o EAC tienden a presentar desviaciones vasculares retinianas pronunciadas en comparación con la población masculina. Nos gustaría repetir nuestro análisis por separado en varones y mujeres para investigar si un modelo específico por sexo para el IM completa una mejor clasificación del riesgo,” añadió la Sra. Villaplana-Velasco.