Las abejas son los primeros animales no humanos que demuestran la capacidad de diferenciar entre números pares e impares, según revela un nuevo estudio.
Los científicos, entre los que se encuentran los de la Universidad de Monash (Australia), afirman que la categorización de pares e impares -también llamada clasificación de paridad- nunca se había demostrado en animales no humanos hasta ahora.
Un nuevo estudio, publicado la semana pasada en la revista Fronteras de la Ecología, demostró que las abejas melíferas pueden aprender a realizar tareas de paridad que en los humanos se consideran conceptos abstractos de alto nivel.
Estudios anteriores ya habían demostrado que las abejas melíferas muestran una serie de habilidades numéricas, como sumas y restas sencillas, emparejar símbolos con cantidades, así como ordenar cantidades.
En la nueva investigación, los científicos separaron a las abejas melíferas (Appis mellifera) en dos grupos y les mostraron tarjetas que contenían entre una y diez formas impresas.
Se entrenó a uno de los grupos para que creyera que al posarse en tarjetas que contenían agrupaciones de números pares recibirían una recompensa de agua azucarada, y al posarse en tarjetas con números impares recibirían quinina de sabor amargo. El otro grupo fue entrenado para esperar lo contrario.
Con este enfoque, los investigadores entrenaron a las abejas individuales mediante comparaciones de números pares e impares utilizando tarjetas con formas impresas del 1 al 10 hasta que las abejas eligieron la respuesta correcta con una precisión de aproximadamente el 80%.
Los científicos descubrieron que cada grupo aprendía a un ritmo diferente, y que las que habían sido entrenadas para relacionar los números impares con el agua azucarada aprendían más rápido.
Aunque las abejas sólo fueron expuestas a números del 1 al 10 durante su período de entrenamiento, los investigadores dicen que los insectos clasificaron los nuevos elementos numéricos del 11 o el 12 como pares o impares con una precisión de alrededor del 70 por ciento.
“Demostramos que las abejas melíferas en vuelo libre pueden adquirir visualmente la capacidad de diferenciar entre cantidades pares e impares de elementos geométricos del 1 al 10 y extrapolar esta categorización a las nuevas numeraciones del 11 y el 12, lo que revela que dicha categorización es accesible a un sistema comparativamente simple”, escribieron los científicos en el estudio.
“Un cerebro humano grande y complejo, compuesto por 86.000 millones de neuronas, y un cerebro de insecto en miniatura con unas 960.000 neuronaspodrían clasificar los números según su paridad”, escribieron en The Conversation.
A continuación, los científicos probaron mediante un modelo artificial si un cerebro simple podía realizar tareas de paridad.
Construyeron una sencilla red neuronal artificial con sólo cinco neuronas y le dieron señales de 0 y 40 pulsos para que las clasificara como pares o impares.
Los investigadores descubrieron que la red neuronal podía clasificar correctamente los números como pares o impares con una precisión del 100%, lo que indica que las tareas de paridad no requieren un cerebro grande y complejo como el de los humanos.
Sin embargo, los científicos afirman que se necesitan más estudios para entender cómo las abejas aprendieron a categorizar los números según la paridad, y si el proceso fue complejo, simple, o si un mecanismo cognitivo preexistente les ayuda durante dichas tareas.
Basándose en la investigación, los científicos dicen que las tareas de procesamiento de pares e impares “tienen potencialmente un fundamento biológico en la forma de procesar los números más allá de la transmisión cultural.”
“Los hallazgos deberían alentar más pruebas de procesamiento de paridad en una variedad más amplia de animales para informar sobre sus posibles raíces biológicas, impulsores evolutivos y posibles innovaciones tecnológicas para el procesamiento de conceptos”, escribieron en el estudio.
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