A los humanos “ surprisingly” lucha para identificar el comportamiento agresivo en los perros y en otras personas, según un nuevo estudio que podría ayudar a reducir los incidentes de mordedura de perro.
Los humanos interpretan constantemente las señales en situaciones sociales y la capacidad de saber si otra persona o animal está contento o es agresivo tiene importantes ventajas evolutivas, según científicos del Instituto Max Planck de Alemania.
El nuevo estudio, publicado el miércoles en la revista PLOS ONE , evaluó la capacidad de las personas para evaluar las interacciones sociales y descubrió que los humanos no obtienen mejores resultados que el azar a la hora de evaluar la agresión.
En la investigación, 92 participantes adultos vieron una serie de vídeos cortos que mostraban el inicio de una interacción no verbal entre dos niños, dos perros domésticos o dos macacos de Berbería ( Macaca sylvanus ).
Los vídeos incluían señales sobre la naturaleza de la interacción, como posturas corporales y expresiones faciales.
Sin embargo, los vídeos se detuvieron justo antes de que se produjera la interacción.
Los científicos pidieron a la mitad de los participantes que clasificaran la interacción como agresiva, neutral o juguetona, y a la otra mitad que predijeran el resultado entre tres opciones posibles.
Aunque los participantes obtuvieron mejores resultados de lo esperado por azar en ambas tareas, no lo hicieron al evaluar las interacciones agresivas en perros y humanos, explicaron los investigadores.
Los participantes fueron precisos a la hora de clasificar las interacciones juguetonas, que identificaron correctamente el 70% de las veces, según el estudio.
Sin embargo, los investigadores señalaron que su rendimiento fue especialmente deficiente a la hora de predecir el resultado de las interacciones agresivas entre perros.
Los científicos también descubrieron que las personas que predecían bien los resultados de una especie también obtenían mejores resultados que la media en la otra especie.
Los humanos pueden estar predispuestos a asumir las buenas intenciones de otros humanos y perros, algo que puede impedir el reconocimiento preciso de las interacciones agresivas, según los investigadores.
Para reducir los incidentes de mordeduras de perro, los nuevos propietarios de perros podrían beneficiarse de una mejor educación sobre el comportamiento canino y aprender a identificar las interacciones agresivas.
“Los humanos somos bastante buenos categorizando y prediciendo situaciones sociales con otros humanos, perros y monos, pero depende del contexto. Sorprendentemente, los humanos subestiman la agresividad en los perros,” escribieron los científicos en el estudio.
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