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Las trampas de feromonas sexuales podrían ayudar a detener la propagación de los avispones gigantes asiáticos, según un nuevo estudio.
Estos insectos, también conocidos como “avispones asesinos”, se han extendido por algunas zonas de Norteamérica y amenazan las poblaciones de abejas y los cultivos.
Ahora, unos científicos estadounidenses creen haber encontrado una forma de utilizar los estimulantes olores producidos por la reina de los avispones como cebo para atrapar y rastrear a estos temibles insectos.
El autor del estudio, el profesor James Nieh, de la Universidad de California en San Diego, dijo: “Mi petición habitual es que la gente deje de llamarlos ‘avispones asesinos’, porque son grandes y quizá asustan, pero no son verdaderamente asesinos”.
“Son insectos sociales increíbles, pero no pertenecen a Norteamérica y dañan nuestras poblaciones de abejas, que son críticas, por lo que deberíamos eliminarlos”.
Aunque su apodo es engañoso, están amenazando las poblaciones de abejas junto con cultivos de millones de libras. Las abejas de la miel tienen pocas defensas contra estos insectos, que pueden destruir rápidamente una colonia entera.
Durante su investigación, los científicos encontraron tres de las principales sustancias químicas en la feromona sexual de la reina del avispón gigante, incluyendo el ácido hexanoico, octanoico y decanoico.
A continuación, capturaron avispones machos colocando trampas cerca de sus nidos y de los lugares donde suelen reproducirse. Los investigadores descubrieron que la actividad cerebral y las antenas de los avispones eran muy sensibles a la feromona.
Estos compuestos encontrados en la feromona de la reina podrían comprarse fácilmente y desplegarse en el campo inmediatamente.
El profesor Nieh dijo: “Los machos se sienten atraídos por los olores de las hembras, ya que suelen aparearse con ellas cerca de sus nidos.
“En dos temporadas de campo pudimos recoger rápidamente miles de machos atraídos por estos olores”.
Los investigadores esperan probar sus trampas en más lugares de campo para ver si pueden atraer químicamente a los avispones a distancias de un kilómetro o más.
El profesor Nieh dijo: “Como estas trampas basadas en feromonas son bastante baratas, creo que podrían desplegarse fácilmente para el muestreo en una amplia zona geográfica”.
“Sabemos dónde se han encontrado, así que la gran pregunta es si se están expandiendo. ¿Dónde está ese frente de invasión?”
No está claro cómo los avispones gigantes asiáticos, conocidos científicamente como Vespa mandarinia, llegaron por primera vez a Norteamérica, pero se han documentado en la Columbia Británica y el estado de Washington.
En lugar de patentar su descubrimiento, los investigadores han publicado sus hallazgos con la esperanza de que ayuden a documentar la propagación del avispón. Una vez que se hayan colocado más trampas, se podrá determinar dónde y con qué rapidez se están propagando mediante modelos de predicción.
El profesor Nieh dijo: “Esperamos que otros, especialmente en las zonas invadidas, tomen el protocolo que hemos establecido y prueben este método”.
“Hemos descrito las mezclas químicas necesarias para estas trampas, que podrían reducir el número de machos disponibles para aparearse con las hembras para ayudar a deprimir la población, pero principalmente nos ayudaría a averiguar dónde están”.
Los resultados se publicaron en la revista Current Biology.
Información adicional de SWNS
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