Los niños que usan uniformes escolares resistentes a las manchas pueden estar expuestos a niveles potencialmente peligrosos de “sustancias químicas para siempre”, según un nuevo estudio.
La investigación, publicada el miércoles en la revista revista Environmental Science and Technology, descubrió que millones de escolares sólo en Estados Unidos y Canadá podrían estar expuestos a niveles potencialmente dañinos de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS), o sustancias químicas para siempre, a través de sus uniformes.
“Los niños son una población vulnerable en lo que respecta a las sustancias químicas preocupantes, y nadie sabe que estos textiles están siendo tratados con PFAS y otras sustancias químicas tóxicas”, afirma el coautor del estudio, Graham Peaslee, de la Universidad de Notre Dame (EE UU).
Los PFAS son sustancias químicas utilizadas desde la década de 1940, que se encuentran habitualmente en los utensilios de cocina antiadherentes, los cosméticos resistentes al agua, las espumas contra incendios y los productos comerciales resistentes a la grasa y el aceite.
Estudios anteriores han demostrado que los PFAS están relacionados con efectos en el desarrollo de los niños, un mayor riesgo de cáncer y una menor inmunidad para combatir las infecciones.
También se ha descubierto que estos “productos químicos para siempre” son extremadamente persistentes en el medio ambiente, e incluso cuando los PFAS se entierran, se filtran en el suelo circundante.
Los investigadores advierten que los PFAS presentes en los uniformes tratados químicamente pueden acabar dañando a los niños por absorción cutánea.
Dicen que los niños también pueden estar expuestos a estas sustancias químicas potencialmente peligrosas por comer con las manos sin lavar, por otros comportamientos de llevarse la mano a la boca o por tocar la ropa por parte de los niños más pequeños.
“Los PFAS no deben estar en ninguna ropa, pero su uso en los uniformes escolares es especialmente preocupante. Los niños llevan los uniformes escolares directamente sobre la piel hasta ocho horas al día, y son especialmente vulnerables a los daños”, afirma Marta Venier, autora principal del estudio de la Universidad de Indiana (EE.UU.).
“No conozco a ningún padre que valore la repelencia a las manchas por encima de la salud de su hijo”, dijo Miriam Diamond, coautora del estudio de la Universidad de Toronto (Canadá).
Los científicos piden que se eliminen estas sustancias químicas de los uniformes escolares y de todos los productos en los que no sean imprescindibles.
Los investigadores también piden a los padres que comprueben las etiquetas de los uniformes para ver si los que llevan sus hijos se comercializan como resistentes a las manchas, y añaden que los múltiples lavados podrían reducir la concentración de PFAS de estas prendas.
“Este estudio ha respaldado la hipótesis de que muchos productos infantiles que se comercializan como ‘resistentes a las manchas’ o ‘impermeables’ contienen efectivamente PFAS”, escribieron los científicos en el estudio.
“Los PFAS en los uniformes escolares con altos niveles de PFAS podrían ser una fuente de exposición a estas sustancias químicas nocivas para millones de niños cada día a través de la inhalación, la ingestión y posiblemente también a través de la absorción dérmica, así como una fuente importante de liberación de PFAS al medio ambiente durante el lavado y en las etapas de fin de vida”, añadieron.
Sin embargo, los investigadores afirman que se necesitan más estudios con un enfoque más sistemático centrado en diferentes tejidos y tipos de ropa para confirmar los hallazgos.
Comments